Vamos a juntar dos conceptos: «Científicos» y «Divertidos». No, no es un oxímoron, se llama Famelab y es el concurso de monólogos científicos más famoso del mundo. Vale, lo reconozco, si nos ponemos tan raros y específicos poco sentido tiene decir que sea el más famoso del mundo, no es que tenga mucha competencia.
En cualquier caso, el año pasado, antes de estar por estos lares virtuales llamados Scenio, me presenté y llegué a la semifinal. De hecho me quedé allí, en Bilbao.
HURGANDO EN LA BASURA CELULAR
Mi monólogo iba sobre los exosomas, una especie de bolsas de basura celular cargadas de información interesante para diagnosticar enfermedades, o incluso para usar como transportadores de algunos fármacos. Lo cierto es que aquello fue una experiencia fantástica, y por eso, el día siguiente, cogí mi teléfono y grabé un vídeo para Facebook amenazando con volverme a presentar el año pasado. Algo rollo «I’ll be back».
Mientras tanto fui haciendo otras cosas, entre ellas otro monólogo que ya he representado en un par de sitios y que os dejo por aquí.
NEURONAS, MADRES Y MALAS INFLUENCIAS
https://www.youtube.com/watch?v=2SvCLCzvbjk
Normalmente estas cosas caen en saco roto, pero yo soy terco, muy terco, y cumplí mi amenaza. Este año he vuelto a la carga con «ALERTA SPOILER» un monólogo que he me ha permitido llegar a la semifinal de Zaragoza y esta vez sí, ganarme un puesto en la final que tendrá lugar el 17 de mayo en Madrid. Esta vez hablo sobre neurociencia y concretamente sobre los mecanismos fisiológicos que explican ese desagradable fenómeno que ocupa el primer puesto entre los problemas del primer mundo, el spoiler (o destripe, como se diría propiamente en castellano).
ALERTA SPOILER
En cualquier caso, ya veremos lo que pasa, pero por si os habéis quedado con las ganas de ver a mis fantásticos compañeros (y también amigos) de Famelab 2018, aquí os dejo el enlace a la gala completa.