Al pensar en el estudio de la vida, lo usual es imaginarse la exploración de hábitats naturales poco perturbados, llenos de bosques y animales silvestres. Pocas veces consideramos que los hogares humanos también tienen biodiversidad. Vemos las casas como sitios casi inertes, pero esa idea ignora que la vida se extiende y se adapta por todo el planeta, incluyendo ciudades, casas y apartamentos.
Prueba de lo anterior es que si le damos un pequeño espacio a un jardín, la vida lo agradece expresándose tal y como lo vemos en este vídeo, en él apreciamos la floración, la polinización, y mucho más; observando más allá de lo obvio usando del microscopio y el conocimiento que nos da la biología.