Lluvia de meteoritos, literalmente. Nuestro paraguas es nuestra atmósfera, pero la pobre Luna está desprotegida y tiene la cara como un adolescente con exceso de grasa cutánea. Ilustración de Pablo Bustos.
Lluvia de meteoritos, literalmente. Nuestro paraguas es nuestra atmósfera, pero la pobre Luna está desprotegida y tiene la cara como un adolescente con exceso de grasa cutánea. Ilustración de Pablo Bustos.