catedra

El experimento es muy simple: basta aplicar fuego a un poco de tiocianato de mercurio(II) apilado. Antiguamente era relativamente popular en algunos países, donde, incluso, se vendía el material necesario para realizarlo (a veces contenido dentro de un recipiente en forma de huevo para que el fenómeno semejara el nacimiento de una pequeña serpiente), pero posteriormente fue prohibida su venta porque la reacción genera productos químicos muy tóxicos y llegó a producir alguna muerte accidental en Estados Unidos. El experimento, desde luego, debería realizarse en un laboratorio y dentro de la vitrina para evitar respirar los gases que se forman.

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