Para estudiar la estructura interna del Sol, podemos pensar que se trata como una cebolla, en donde en cada una de sus capas esféricas se presentan diferentes condiciones y eventos. A grandes rasgos podemos caracterizar 6 grandes zonas en el Sol: núcleo, zona radiativa, zona convectiva, fotósfera, cromósfera y corona solar.

En el punto más interno se encuentra el núcleo del Sol, el lugar con la máxima temperatura, presión y densidad dentro del Sol. Se estima que esta primera capa ocupa una cuarta parte del radio solar y es el lugar en donde se genera la energía solar.
¿Sabías que a una partícula le toma alrededor del 10.000 años para salir desde el núcleo hasta alcanzar la superficie solar y luego tan solo 8 minutos desde la superficie hasta llegar a nosotros?.
Las siguientes dos capas son regiones en donde la energía es transportada por diferentes procesos. La primera capa llamada zona radiativa es la región donde la energía se transporta por radiación, es decir por emisión de ondas electromagnéticas (luz). Esta capa se extiende por casi menos de una media parte del radio solar. La siguiente capa se denomina zona convectiva, allí la energía es ahora transportada por procesos de convección, es decir a través del movimiento de las partículas que componen esa región. Se extiende por un poco más de otra cuarta parte del radio solar. La zona intermedia entre estas dos capas se conoce como Tacoclina.
Próxima a la superficie se encuentra la fotósfera o también conocida como la esfera de luz. En esta capa se pueden observar pequeñas estructuras de la actividad solar como granulación, fáculas y manchas solares que pueden presentarse por minutos o años.
Justo por encima de la superficie solar se encuentra la Cromósfera o también conocida como la esfera de color. En ella se presentan los eventos más espectaculares de la actividad solar como espículas, fulguraciones, filamentos y prominencias. Algunas prominencias y filamentos son observados por unas horas, mientras que otras pueden durar meses.
Finalmente, la última capa es una muy tenue, conocida como Corona Solar. Esta región se puede observar durante eventos de eclipse solar total, donde la luna oculta el disco solar. Particularmente en la corona sucede uno de los mayores enigmas de la astrofísica, el calentamiento de la corona en millones de grados.
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