Los aproximadamente 26.000 osos polares, Ursus maritimus, que quedan son las víctimas más visibles de los efectos del cambio climático en el Ártico, su población se ha reducido un 30 % en los últimos 45 años, y se podría reducir otro 30% más para 2050 si seguimos el mismo camino. Ilustración de Pelopantón.