No es sorpresa para muchos que actualmente que muchas personas y a su vez personalidades bastante conocidas que reconocen su incredulidad ante el cambio climático,
El drástico ascenso de las catástrofes naturales se ha visto impulsado por las recientes temperaturas récords y las elevadas concentraciones atmosféricas de gases con efecto invernadero.
El respiro que experimentó el planeta durante la primera mitad de el 2020 debido al parón de la economía mundial por la pandemia del coronavirus conllevó una bajada de las emisiones contaminantes. No obstante, actualmente la situación ha empezado a cambiar y se prevé que el producto interior bruto global «repunte a un máximo histórico» por ende el aumento de emisiones es inminente.
Esto no es para asustarte ni hacerte creer que el mundo se acabará mañana o el otro año, realmente el mundo o mejor dicho el planeta no se va acabar, los que nos acabaremos seremos nosotros mismos si no empezamos a cambiar acciones que afecten tanto el entorno que nos rodea y con ello otros seres vivos sensibles a este tipo de situaciones.