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Las proteínas involucradas en el ciclo circadiano celular. PER es la que «cuenta el tiempo»: es muy abundante por la noche y su concentración baja al despuntar el día. Para ello, PER se autorregula: si es muy abundante interacciona con su ADN e inhibe su propia producción. Pero para esto PER necesita el concurso de otras proteínas: DBT la degrada, haciendo que un ciclo que duraría unas pocas horas dure un día entero. TIM, al contrario, la estabiliza y le ayuda a entrar en el núcleo, donde puede actuar sobre el ADN. CRY, por su parte, es sensible a la luz azul, y cuando la luz la activa ataca a TIM, impidiendo que ayude a PER. Esto hace que el ciclo completo esté regulado por la luz a la que está expuesta la célula.

La mayoría de los seres vivos contamos con mecanismos internos que nos permiten intuir la hora aproximada del día. Esto nos permite, por ejemplo, prepararnos para el sueño cuando llega la noche, incluso aunque estemos dentro de un edificio y no podamos ver el sol. Estos mecanismos se llaman «relojes circadianos» porque miden «un tiempo cercano a un día»; no pueden ser relojes exactos porque la duración del día cambia a lo largo del año y los organismos necesitan poder adaptarse a estos cambios. Este año 2017 el Comité Nobel ha premiado a Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young con el galardón en Fisiología o Medicina por descubrir cómo la interacción entre varias proteínas en el interior de cada célula hace funcionar estos extraordinarios relojes internos.

Si os interesa este tema, ya hablamos de él en otros capítulos de La Brújula de la Ciencia: buscad los episodios s01e05 y s02e04 y aprenderéis más detalles sobre el funcionamiento de los relojes circadianos.

Este programa es el sexto de la séptima temporada de La Brújula de la Ciencia, y se emitió originalmente el 2 de octubre de 2017. Podéis escuchar el resto de capítulos en iTunes y en su canal de iVoox, y todos los audios de La Brújula en la web de Onda Cero, ondacero.es

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